sábado, 23 de agosto de 2014

El Planeta entra hoy en números rojos

La humanidad ha agotado ya su presupuesto anual ecológico en menos de 8 meses, según los datos de la Global Footprint Network, la organización mundial y socia de WWF que analiza la evolución de la Huella Ecológica.




20/8/2014

 Hoy es el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra que marca el punto en que nuestra huella ecológica supera la capacidad del planeta para regenerar lo que hemos consumido. Esta fecha que actúa como indicador de la velocidad a la que nos estamos “comiendo el planeta” cada vez se llega antes. En el año 2000 el día fue el 1 de octubre, y este año ya estamos en el 19 de agosto. Si mantenemos esta tendencia, necesitaremos al menos 3 planetas para abastecernos en 2050.

“La naturaleza es la base de nuestro bienestar y prosperidad, pero estamos abusando de los recursos limitados de la Tierra” advierte Marco Lambertini, Director General de WWF internacional. Y añade: “Si queremos construir un futuro para nuestros hijos, debemos conservar el capital natural que nos queda, y administrar de forma sostenible los recursos de éste, nuestro único hogar, el Planeta”.

A partir de la información sobre la Huella Ecológica que mide la cantidad de recursos naturales del Planeta que consumimos por país, el Día de la Sobrecapacidad de Tierra es una oportunidad para tomar conciencia y adoptar medidas para luchar contra el consumo desmedido de los recursos naturales.

A finales de septiembre, WWF lanzará el Informe Planeta Vivo 2014, la décima edición de la publicación bianual insigne de WWF. El informe analiza la salud del planeta y el impacto de la actividad humana sobre los recursos naturales.

“Si bien la tendencia actual demuestra que la humanidad está abusando de la capacidad del planeta para abastecernos, todavía estamos a tiempo de tomar medidas contundentes y construir un futuro basado en un consumo sostenible de los recursos naturales” afirma Lambertini.

En el año 1961, cuando se fundó WWF, la humanidad consumía tan solo 2 tercios de los recursos naturales disponibles en el Planeta. En ese mismo año, la mayoría de los países todavía tenían saldo ecológico positivo, es decir, que su huella ecológica era mucho más pequeña y sostenible. Los actuales niveles de consumo se han disparado y actualmente estamos totalmente fuera de los límites sostenibles y en la actualidad necesitamos un planeta y medio para abastecer las necesidades de consumo de la humanidad. Si mantenemos esta tendencia, necesitaremos al menos 3 planetas para abastecernos en 2050. En nuestro país, actualmente necesitamos el 2.8 Españas para abastecer nuestro nivel de consumo.

La superfice forestal cada vez es menor, los recursos naturales hídricos son cada vez más escasos, la calidad de la tierra se está degradando y la diversidad biologica se está esquilmando. A la vez, la dependencia de los combustibles fósiles genera emisiones de de C02 que el planeta es incapaz de absorber.

Si actuamos ahora podemos revertir esta tendencia. Todos tenemos un papel fundamental en la creación de un futuro dentro de los límites ecológicos. El cambio debe comenzar por modificar nuestros hábitos de consumo. Si elegimos consumir marisco y pescado con el sello MSC y productos derivados de la madera certificados (FSC) estaremos garantizando y contribuyendo con el origen sostenible de estos productos. A su vez, es necesaria una apuesta global por un modelo energético basado en las energías renovables, para reducir el nivel de emisiones que contaminan el aire y están afectando a los bosques y océanos.


Fuente: Redacción Ambientum.

martes, 19 de agosto de 2014

Rana más grande del mundo vivió en Magallanes

Hace 40 millones de años ¡¡¡

Paleontólogos hallaron restos en Sierra Dorotea, donde se han detectado fósiles de otras especies.

por Carlos González Isla - 18/08/2014 - 07:00

Sierra Dorotea es un gigantesco yacimiento paleontológico con una edad entre 70 a 40 millones de años, incluso hasta 17 millones en algunas zonas. Una verdadera mina de oro para los investigadores de la prehistoria.

El sitio se encuentra en Puerto Natales, Región de Magallanes, y ha sido objeto de estudio desde hace siete años por parte de dos proyectos Anillo Antártico financiados por Conicyt, a través de los cuales se busca conocer a los vertebrados del pasado profundo de la región.

Y las investigaciones están dando resultados. Un grupo de paleontólogos de las universidades de Chile y de Alberta (Canadá) acaban de publicar una investigación que presenta los restos de la que puede ser la rana más grande del planeta, tras hallar un fragmento de húmero, cuyo tamaño completo se estima en 12 cm.

El fósil permitió estimar que la especie tenía una longitud de entre 55 y 59 centímetros, y de hasta un metro con las patas estiradas. Con estas medidas supera al Beelzebufo de Madagascar, la rana más grande conocida hasta ahora y que vivió durante el Cretácico, hace unos 65 millones de años, pesaba unos 4,5 kilos y se alimentaba de dinosaurios pequeños.

“Tal tamaño corporal excepcional puede reflejar un paleoambiente inusualmente cálido y húmedo”, asegura el paleontólogo de la Universidad de Chile Rodrigo Otero sobre el hallazgo de Magallanes.

HALLAZGO FORTUITO
La rana gigante vivió en agua dulce y cerca de la costa, y compartió ambiente con otros animales, entre ellos garzas, pingüinos, cocodrilos, tortugas y también formas marinas que incluyen varios tipos de tiburones, durante el Eoceno, hace más de 40 millones de años, mucho antes de la aparición del hombre en la Tierra.

Por el momento, su peso es difícil de estimar y se desconoce su fisonomía, aunque se cree que fue muy parecida a la rana chilena actual.

El hallazgo del fragmento ocurrió en 2008 y fue totalmente fortuito . El húmero fue colectado junto a restos de pingüinos, cocodrilos, tortugas y también dientes de tiburón.


“El fósil pasó siete años sin que supiéramos qué era, hasta que casi por accidente tuvimos la suerte de revisar restos de otras ranas fósiles. Al ver el húmero, la relación fue inmediata”, relata el investigador.





SIERRA DOROTEA

En Sierra Dorotea se continúa trabajando a través de dos investigaciones paralelas. Una de ellas corresponde al estudio de varios individuos de plesiosaurios hallados en un mismo nivel, los que se remontan a poco antes de la extinción de los dinosaurios, 65 millones de años atrás.

La segunda investigación está enfocada en la fauna hallada en el mismo sitio de la rana. “Acá hemos hallado en el último año seis tipos nuevos de tiburones previamente desconocidos en la zona, junto con nuevos restos de pingüinos que nos comienzan a mostrar una cierta diversidad de estas aves en dicha localidad”, explica Otero.

El investigador añade que con un yacimiento de la extensión latitudinal y temporal de Sierra Dorotea es esperable hallar fósiles desde tiempo de los dinosaurios hasta el momento en que la Antártica comenzó a enfriarse, hace unos 40 millones de años.

“Nuestro equipo de trabajo ha recuperado en Magallanes restos de varios plesiosaurios, mosasaurios, algunas vértebras de dinosaurios, una diversidad de tiburones de al menos 25 tipos diferentes, restos de pingüinos, garzas, ahora ranas, restos de cocodrilos y tortugas y, por supuesto, varios restos que aún no logramos identificar y que sin duda podrán darnos alguna sorpresa a futuro”, anticipa el paleontólogo.

En el lugar también se han recuperado abundantes restos de troncos fósiles que dan cuenta de la presencia de grandes bosques contemporáneos a esta fauna.

Fuente: La Tercera 

viernes, 8 de agosto de 2014

El paraíso de la recién descubierta rana de Hojarasca

por Comunicaciones el 6 AGOSTO, 2014
Fuente Conservación y biodiversidad





En 2012 científicos chilenos descubrieron esta nueva especie de anfibio que se encuentra en los bosques de la costa valdiviana. Ella, junto a su pariente, la rana de Darwin, pueden admirarse en un escenario privilegiado: el Parque Oncol, a 28 kms de Valdivia. La Segunda, 05 de agosto de 2014.

Hace 18 mil años parte de los bosques del sur de Chile logró sobrevivir al periodo de glaciación de las eras Terciaria y Cuaternaria en algunas áreas de las cordilleras de la Costa y de Los Andes, dando origen a un frondosa vegatación que hoy se conoce como “Bosque templado lluvioso valdiviano” y en el que se encuentra una alta biodiversidad de flora y fauna.

En este escenario, a 28 km de Vadivia y en la parte más alta de la Cordillera de la Costa (que acá alcanza los 715 msnm), se encuentra el Parque Oncol, una importante área silvestre protegida privada creada en 1989 por la empresa ARAUCO. En medio de uno de los pocos bosques costeros húmedo-templado de Sudamérica en donde la evolución y adaptación de los organismos vivos ha originado, con el paso de los años, especies únicas en su tipo.

Desde que fueran descubiertos por los primeros aventureros, estos bosques han llamado la atención por su singular condición climática y geográfica, atrayendo desde entonces múltiples expediciones y trabajos científicos que buscan desentrañar la riqueza que esconde este refugio lluvioso donde, además de árboles se encuentra hojarasca, musgos, líquenes, follaje y frutos, todo lo cual da alimento y cobijo a innumerables especies de insectos, reptiles, aves, mamíferos y anfibios.

Desde hace años, diversas instituciones prestigiosas de Chile y el mundo han aportado al conocimiento científico sobre estos ecosistemas, entre ellas la Universidad Austral de Chile (UACh), que ha profundizado en la investigación sobre importantes especies endémicas de la zona como la “ranita de Darwin” y, más recientemente, sobre el último anfibio descubierto: la “ranita de Hojarasca”.

La ranita de Darwin del sur (Rhinoderma darwini), mide de 3 a 4 cm y se encuentra en una variedad de colores. Una de sus características más distintivas es su extraña y única manera de incubación, llamada Neomelia. El proceso consiste en que la hembra deposita los huevos en el suelo, y una vez que eclosionan, el macho los guarda en su ‘bolsa gutural’ o sacos aéreos, donde también sale el sonido de su canto, que atrae la hembra. En este mismo lugar, los guarisapos pasan completa su fase de metamorfosis, hasta emerger de la boca de su padre completamente convertidos en sapitos.

Una nueva especie

En 2012, académicos de la UACh y del Centro de Estudios y Conservación del Patrimonio Natural de Chiloé se encontraban desarrollando un monitoreo para establecer muestras poblacionales y el estado del hábitat de las ranas de la Cordillera de la Costa de Valdivia, cuando descubrieron un anfibio, hasta entonces desconocido. Se trataba de una nueva especie, la que fue bautizada como Ranita de Hojarasca (Eupsophus altor).


José Núñez, investigador del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la UACh, señaló que “el hallazgo de un nuevo anfibio significa un gran acontecimiento para los científicos y la comunidad en general, ya que aunque muchos no lo crean, aún no está todo visto y existe un importante número de especies por descubrir al interior de esta selva verde lluviosa”.

La rana de Hojarasca que se encuentra en el Parque Oncol habita desde Mehuín hasta Punta Curiñanco en la Región de los Ríos. Se caracteriza por tener sus renacuajos en tierra y porque el macho, luego de la fecundación de los huevos, ofrece un cuidado estricto sobre su prole, acompañándola durante todo el periodo de desarrollo. Además, tiene un espectro de canto que alcanza el nivel ultrasónico.

Núñez manifiesta que “las áreas protegidas son grandes aliados para cuidar especies en situación vulnerable o en peligro de extinción. Estamos conscientes que es imposible proteger todas las zonas que se requerirían para conservación de la biodiversidad, pero aún estamos a tiempo de salvar algunas superficies críticas para los anfibios de los bosques de la cordillera de la costa valdiviana”.

El proyecto Oncol

Con abundancia de tepuales, mañíos, tineos y canelos, además de una infinita variedad de helechos y fauna silvestre, la superficie original de Oncol era de algo más de 700 hectáreas En 2012 ARAUCO decidió proteger también parte del área circundante, totalizando más de 3 mil hectáreas, las que declara como Área de Alto Valor de Conservación (AAVC) y denomina “Bosque Valdiviano Oncol”.


Desde 2012, el Bosque Valdiviano Oncol impulsa el programa de Educación Ambiental “Conociendo y respetando mi fauna local”, desarrollado con el apoyo de varios organismos e instituciones, que realizan talleres de educación ambiental dirigidos a comunidades educativas vecinas al parque, como aquellas de las escuelas rurales de Los Pellines y Punucapa.

El objetivo del programa es desarrollar en estudiantes y profesores un compromiso con el medioambiente, aprovechando para ello la vivencia directa de coexistir en un área silvestre protegida de gran valor.