jueves, 3 de mayo de 2018

CREAN ESTRUCTURAS PARA CONTENER GLACIARES

Bautizadas Glacier Coolers, son mallas hechas de textiles especiales, que cubren el glaciar y permiten evitar hasta el 65% del derretimiento de la masa de hielo.


El glaciar Bello está emplazado en el cerro Bello, el lugar de nacimiento del río Yeso. Y fue el lugar escogido por la empresa Suyai para probar Glacier Coolers, un producto diseñado para proteger glaciares. Glacier Coolers es un conjunto de estructuras modulares que se instalan sobre el glaciar.
Clemente Pérez, expresidente de Metro y CEO de Suyai, explica que la estructura se instala en la zona de ablación, lugar donde el glaciar está en proceso de derretimiento. “Si una protege la zona de ablación de un glaciar, protege el resto del glaciar también. Para ello instalamos estructuras modulares cubiertas con geotextiles removibles, que se instalan en verano y se retiran en invierno. Así evitas la radiación solar y el depósito de polvo (que aceleran el derretimiento). Es una especie de capa protectora temporal, puesta en el lugar clave del glaciar para proteger toda la estructura”.
Pérez asegura que los resultados preliminares en el glaciar Bello son alentadores, ya que en la zona donde fueron instalados tuvieron una reducción del derretimiento de 65%. “Las fotos muestran que el hielo alrededor de Glacier Coolers bajó cerca de tres metros. Para el próximo verano queremos hacer uno de una hectárea, con lo que podríamos evitar el derretimiento de 27 millones de litros de agua”.
Señala que el proyecto es más efectivo en la zona central del país. “Está enfocado en los glaciares blancos que se están derritiendo más, es decir, glaciares politermales y templados. Estos están básicamente entre Coquimbo y Los Ríos, porque los glaciares fríos, como en el Norte Grande o Torres del Paine, son estructuras menos eficientes”. Además, dice, cuando los glaciares son de roca, la misma roca los protege. “Se produce un efecto parecido al que nosotros producimos, que es reducir la radiación solar y la depositación de polvo, proteger el hielo. Hoy retiramos las estructuras y comprobamos su efectividad”.
Los Glacier Coolers son elaborados a partir de mallas Acma, cubiertas por capas de geotextil blanco y ancladas a la superficie glaciar por medio de estacas. El diseño es responsabilidad de IEC ingeniería, una de las principales empresas de ingeniería en cálculo del país. Esas coberturas cumplen tres funciones principales: protección contra los depósitos de polvo, reducción de la radiación solar incidente y aislante térmico.
Una vez que las mallas muestren su funcionalidad, Pérez señala que los potenciales clientes son empresas, comunidades e incluso gobiernos. “Este es un emprendimiento con la Fundación Chile y el apoyo de Aguas Andinas, y financiamiento propio. En el futuro, explica Pérez, le puede servir a Aguas Andinas para proteger los glaciares y para tener mayor disponibilidad de agua. Agrega que este proyecto podría favorecer a algunas empresas sanitarias, ya que podría asegurarles el recurso. “Los glaciares en el Maipo se están derritiendo, no quedan para más de 50 años. Es un problema a futuro. Queremos que sea un proyecto para empresas como las sanitarias, mineras que quieran mitigar el impacto ambiental o empresas agrícolas. Hay interés de algunas comunidades para que podamos darles agua. La próxima semana tenemos una reunión con la Dirección de Obras Hidráulicas, esto podría ser una forma más barata de agua para riego. Podríamos apuntar a comunidades, empresas y gobierno”, insiste.
Anteriormente se hicieron pruebas piloto en La Parva, en donde se instalaron 32 unidades modulares, confirmando la disminución de la ablación en una superficie cubierta de nieve, la que ahora se confirmó en el glaciar Bello, donde se instalaron 12 unidades modulares.
Fuente: La Tercera.

lunes, 23 de abril de 2018

Día de la Tierra: el futuro del planeta está en nuestras manos


La conservación y protección de la biodiversidad marcan esta fecha en la que numerosos países realizan actividades para hacer un uso responsable de los recursos naturales. Fuente: El País, 22 abril de 2018.

El Día de la Tierra intenta concienciar al mundo, cada 22 de abril, de la necesidad de proteger el medio ambiente y de la conservación de la biodiversidad. Todos los días deberían ser el Día de la Tierra, pero por desgracia, la vorágine consumista que nos envuelve nos hace olvidar con demasiada facilidad problemas que comienzan a ser graves para el planeta como la superpoblación, la contaminación y el uso responsable de los recursos naturales.

Estamos a tiempo de que un cambio de mentalidad y de hábitos facilite y mejore la situación para las generaciones venideras. Cientos de ejemplos que conocemos, y que no siempre ponemos en práctica, contribuyen a hacer más sostenible y habitable el planeta. De hecho, la mejor herencia que podemos dejar a los jóvenes es un planeta habitable, porque la Tierra no pertenece a los humanos, sino que son estos los que pertenecen a la Tierra.

Naciones Unidas decidió designar el 22 de abril como el Día de la Tierra para reconocer que el planeta que habitamos, con sus ecosistemas, es el hogar de la humanidad y que, para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de los habitantes del planeta y las futuras generaciones, es necesario promover la armonía con la naturaleza y la Tierra.

El Día de la Tierra es una jornada festiva celebrada en muchos países. Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra. El origen de esta conmemoración se sitúa en 1970, año en el que se inició un movimiento medioambiental en Estados Unidos que sacó a la calle a 20 millones de personas para luchar por un entorno más saludable.

Tras esta manifestación se logró concienciar a los políticos sobre la importancia de la naturaleza y el cuidado del medio ambiente, y se creó la Agencia de Protección al Medio Ambiente de Estados Unidos. Esta asociación se encarga de las leyes para conseguir aire limpio, agua potable y conservar especies en peligro de extinción.

El lema de Naciones Unidas para el Día de la Tierra de este año es “Terminar con la contaminación de los plásticos”. La ONU invita a todos los Estados miembros, organizaciones internacionales, regionales y subregionales, a la sociedad civil y a las ONG a crear conciencia sobre este día. Para ello son numerosas las actividades de información y sensibilización que tienen lugar alrededor de esta fecha en todo el mundo.

Desde hace casi 50 años, los organismos internacionales y los países intentan crear una conciencia medioambiental para preservar el planeta. Fue la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972 celebrada en Estocolmo la que sentó las bases de la toma de conciencia mundial sobre la relación de interdependencia entre los seres humanos, otros seres vivos y nuestro planeta. Asimismo, el 5 de junio se estableció como el Día Mundial del Medio Ambiente y se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la agencia de la ONU encargada de establecer la agenda ambiental a nivel global.

En 1992, más de 178 países firmaron la Agenda 21, la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, y la Declaración de Principios para la Gestión Sostenible de los Bosques en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo UNCED.

En el año 2005, la Asamblea General declaró 2008 como el Año Internacional del Planeta Tierra para promover la enseñanza de las ciencias de la Tierra y facilitar a la humanidad los instrumentos necesarios para el uso sostenible de los recursos naturales.

En 2012 se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, también conocida como Río+20. Su resultado fue un documento que contenía medidas y prácticas para un desarrollo sostenible. Además, en Río los Estados Miembros decidieron emprender un proceso para establecer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que se basarían en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y coincidirían con la Agenda para el desarrollo después de 2015.

Celebramos el Día de la Tierra para recordar que el planeta y sus ecosistemas nos dan la vida y nos proporcionan las materias primas para subsistir. Con este día asumimos, además, la responsabilidad colectiva, como nos recordaba la Declaración de Río de 1992, de fomentar esta armonía con la naturaleza y la Madre Tierra, porque “Madre Tierra” es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos.

Este año, además, se celebra el ‘Octavo Diálogo sobre armonía con la Naturaleza’ en la sede de la ONU de Nueva York. Este diálogo interactivo es una buena plataforma para tratar temas como la producción sostenible y los patrones de consumo en la armonía con la naturaleza. Asimismo, el diálogo quiere fomentar que los ciudadanos y las sociedades se conciencien sobre cómo se relacionan y cómo pueden relacionarse mejor con el mundo natural.

Este Día de la Tierra se centra en reciclar el plástico que llena y contamina nuestros océanos y hábitats matando a miles de animales cada día. Sin embargo, el Día de la Tierra es mucho más que eso, y hay cientos de maneras de involucrarse. La doctora Jane Goodall comparte este año un mensaje para mostrar el camino para hacer crecer un mundo más verde y más azul.

Nacida el 3 de abril de 1934 en Londres, Inglaterra, Jane Goodall siempre soñó con vivir entre animales en África. A los 26 años persiguió con pasión su sueño y viajó a Tanzania, donde comenzó su estudio de referencia de los chimpancés sumergiéndose en su hábitat como si fuera un miembro más de su comunidad en lugar de un observador desde la distancia. Su descubrimiento en 1960 de que los chimpancés fabrican y usan herramientas sacudió el mundo científico y redefinió la relación entre los humanos y el resto del reino animal.

Nombrada Mensajera de la Paz de la ONU, dama del Imperio Británico y Fundadora del Instituto que lleva su nombre, la doctora Goodall recorre el mundo durante casi 300 días al año para hablar sobre las amenazas a las que se enfrentan los chimpancés, las crisis ambientales y sus motivos de esperanza para hacer del mundo un planeta más habitable y sostenible con sencillos consejos que pueden convertirnos, a cada uno de nosotros, en un héroe medioambiental.

Por si aún no te has planteado nunca todo lo que puedes hacer por contribuir al cuidado de la Tierra, aquí van unos simples consejos:

Utilizar bombillas de bajo consumo e invertir en LED.

Descartar los cubiertos de plástico.

Utilizar la bicicleta como transporte.

Apostar por las energías renovables.

Aportar vida a la naturaleza plantando al menos un árbol.

Visitar un parque nacional o zona reserva de la biosfera para admirar y concienciarse de su belleza e interconexión entre todos los elementos.

Reciclar y conocer qué es biodegradable y qué no.

No utilizar bolsas de plástico y, si se tienen que usar, reciclarlas.


Calcular la huella de Carbono. Con la ayuda de un calculador de carbono se puede conocer cuál es la contribución personal al calentamiento global y de este modo poner remedio y reducir la propia contaminación.

Aunque tal vez el consejo más efectivo sea el de concienciarnos que todos los días son el Día de la Tierra para comprometernos con el medio ambiente y el futuro de la humanidad.

Por Alberto López
Fuente: TERRAM

jueves, 22 de marzo de 2018

Reciclar es responsabilidad de Todos


Turismo Yamana es una empresa de viajes de eco turismo y aventura en la Patagonia Chilena y Argentina que nace el año 1990 y a partir del 1995 inicia sus funciones como Tour Operador.

El nombre de esta agencia es en homenaje a los antiguos canoeros de la zona austral de la región de Magallanes, la etnia Yamana o Yagán quienes ocupan las riberas australes de Tierra del Fuego y las islas al Sur del canal Beagle; es por consiguiente el poblado más austral del continente. La voz "Yamana" significa en su idioma "ser humano".

Desde nuestros inicios hemos realizado diversas exploraciones en la Región, con el propósito de colocar en la oferta turística nuevos productos y así brindar nuevas experiencias de viajes. También desde nuestros orígenes hemos adquirido un compromiso con la naturaleza reciclando y reduciendo el impacto de desechos en nuestro planeta.

¡Tú también puedes ayudar al planeta! Aquí algunas ideas:

1)    ¡Separa tu basura! 


Lo primero es separar la basura orgánica de la que no lo es. Los productos orgánicos ayudan a mejorar los suelos y se degradan con mayor facilidad que los que no lo son. Una vez hecho esto ve tu basura no orgánica y separa los plásticos, aluminios, vidrios, tetrapak, cartones y papelería. Lleva lo que puedas al centro de reciclaje de tu región, en Punta Arenas en la región de Magallanes se encuentra por ejemplo "Recipat" (https://web.facebook.com/recipat/). Lo que no puedas reciclar... Reutilízalo en algo más. ¡Sé creativo!

2)    Evita los producto “sobre embazados” 

La fruta entera no necesita envases plásticos que las cubran y también es mejor idea cambiar la botella plástica de agua por una reutilizable.

3)    ¡No te olvides de tu bolsa!

En Magallanes desde el año 2016 se promulgó la ordenanza municipal que prohíbe el uso de bolsas plásticas en el comercio de la región y se implementó el uso de bolsas género. Haz un cambio en tu rutina y al ir a comprar no olvides tu bolsa, así contribuirás con menos plásticos en nuestros mares.

4)    ¡No seas parte del problema, se parte de la solución!

Cuando salgas a acampar o a hacer trekking lleva tu basura contigo. La mayor parte de la contaminación en parques y reservas naturales se debe a la irresponsabilidad de los visitantes, asegúrate de llevar un recipiente donde puedas botar la basura y desperdicios. Evita botar basura orgánica en estos lugares pues no sabes cómo afectará a las criaturas que viven ahí.

Con pequeñas acciones podemos proteger nuestros mares, nuestra flora y fauna y por sobre todo NUESTRO PLANETA.



martes, 20 de marzo de 2018

La explotación de krill pone en peligro la biodiversidad antártica


 
Un crustáceo es el principal sustento de la red alimentaria de la fauna que vive en el Océano Antártico, se ve amenazado por el cambio climático y el crecimiento de la explotación pesquera.

Un nuevo informe de Greenpeace expone los riesgos ambientales de la industria pesquera sobre la Antártica y cómo en los últimos cinco años la pesca intensiva del krill se acerca más a las costas, poniendo en peligro a todas las especies de la zona. “La explotación pesquera le arrebata a las especies de la Antártica, como pingüinos y ballenas, su principal fuente de alimento y pone en riesgo a la biodiversidad del lugar, de ocurrir encallamiento, derrames de petróleo e incendios. En el caso de Chile, la captura del krill se duplicó en los últimos años, aumentando de 4.501 toneladas en la década de los 90's a 9460 toneladas el año 2014, señaló Estefanía González, Coordinadora de Campaña Océanos de Greenpeace.

El krill es un crustáceo que alimenta a casi toda la red alimentaria en la Antártica. Su pesca tiene como objetivo la venta del aceite Omega 3, principalmente a las industrias farmacéuticas, acuicultura y alimento de mascotas.

El reporte de Greenpeace revela cuáles son los buques que operan en la Antártica capturando Krill. Dentro de ellos, se encuentran 3 embarcaciones chilenas, una de ellas con operaciones actuales de pesca en la zona: La empresa DERIS S.A con su barco Antartic Endeavour.

Sobre esta empresa pesquera, El Desconcierto señala que “Deris S.A.,es la compañía holding de las operaciones de pesca y salmonicultura del Grupo Inder, conglomerado de propiedad de la familia Del Río, la cual tiene como socios a la transnacional japonesa Nippon Suissan América Latina S.A. (Nissui Group), propietaria en Chile de Pesquera Emdepes, y a Grandi HF, la mayor compañía pesquera de Islandia”.

El valor comercial del krill está por encima de los 200 millones de dólares y en 2021 se espera duplique. Cinco países cuentan con buques pesqueros en el continente blanco, Chile, Noruega, China, Corea del Sur y Ucrania, específicamente en un área propuesta como santuario para proteger el ecosistema marino frente a los impactos del cambio climático y la sobrepesca.

Luego de una expedición de tres meses, Greenpeace reveló que la capacidad pesquera en esta área está ocurriendo a 30 km alrededor de la costa, cerca de los epicentros de biodiversidad, que incluye a las colonias de pingüinos y las zonas de alimentación de ballenas. Según las pruebas recolectadas, durante cinco años se mostró un patrón de pesca cada vez más cercano a la costa.

Asimismo, el panorama se agrava por el factor del cambio climático. González explicó que “dentro de este contexto se suma el impacto del cambio climático sobre la zona, que enfrenta a las especies, incluido el krill, a un futuro incierto ya que su supervivencia depende del hielo. En los últimos 50 años la temperatura en la Península Antártica experimentó un aumento de temperatura de aproximadamente 3°C”.

La expedición de Greenpeace ha llevado a cabo investigaciones científicas históricas y está creando conciencia sobre la necesidad de santuarios marinos en la Antártica, incluido un Santuario del océano Antártico de 1.8 millones de km2 en el mar de Weddell. Greenpeace también está apoyando propuestas para la protección de la Península Antártica y otros lugares, como parte de una campaña para crear una red de santuarios marinos que abarque al menos un 30% de los océanos del mundo para el 2030.

Greenpeace está pidiendo colaboración internacional entre los gobiernos de los países que integran la Comisión del Océano Antártico para la creación del que sería el santuario marino más grande del mundo.