La calidad del agua es una cuestión preocupante a escala mundial. Ahora más
que nunca resulta necesario contar con una gestión competente y responsable de
los recursos hídricos, y más en concreto del tratamiento de aguas residuales,
para así reducir el efecto de las actividades humanas en el medio ambiente y
garantizar que las generaciones futuras disfruten de agua segura y en
abundancia.
El proyecto financiado con fondos europeos
BRITER-WATER («Market replication of bamboo remediation of food industry effluent
grey water for re-use») se propuso crear y probar un sistema de
tratamiento de aguas residuales innovador basado en el bambú.
Frédéric Panfili, de Phytorem (Francia) y director
científico del proyecto, explicó que el sistema es muy similar en apariencia a
una plantación de bambú, por lo que no desentona con el paisaje. El
sistema está diseñado para tratar aguas grises, es decir, aguas
residuales que no contienen sustancias químicas tóxicas o procedentes del
alcantarillado.
Según el Sr. Panfili, la industria alimentaria genera
un importante volumen de aguas grises cuyoprincipal contaminante es la
materia orgánica. «Desde el punto de vista medioambiental, el vertido de
agua con una concentración elevada de materia orgánica en un entorno acuático
puede provocar un consumo excesivo de oxígeno que impulsa el
crecimiento de microorganismos anóxicos y en consecuencia producir malos olores
y, en casos extremos, la muerte de los peces».
El equipo instaló una planta piloto a escala real (de
mil quinientos metros cuadrados) empleando el bambú para depurar los residuos
procedentes de la industria alimentaria. El empleo de plantas para eliminar,
contener o degradar contaminantes medioambientales en medios hídricos, edáficos
o atmosféricos se conoce como fitorremediación.
«Nuestro sistema de tratamiento se puso en práctica en
la fábrica de Délifruits cercana a Valence (Francia), dedicada a la producción
de refrescos», indicó el Sr. Panfili. «El sistema funciona como un filtro
vegetal en el que se hace pasar el agua residual a través del suelo de
una plantación. En nuestro caso optamos por materiales de filtración
arenosos en lugar de tierra corriente, pero el principio es el mismo: el agua
residual atraviesa el suelo o el medio de filtración donde microorganismos
naturales degradan la materia orgánica».
«Elegimos el bambú por su denso sistema de
raíces. Es una planta de crecimiento rápido y de las más productivas que
existe sobre la superficie terrestre del planeta. Además es muy resistente y
capaz de soportar múltiples factores estresantes medioambientales como falta o
exceso de agua e incluso temperaturas extremadamente bajas. La biomasa del
bambú posee asimismo múltiples propiedades de interés si se compara con otros
tipos de biomasa vegetal, una de ellas su elevado valor térmico. Por tanto, la
biomasa producida durante el tratamiento de aguas residuales puede aprovecharse
en la misma zona de la plantación como combustible para la calefacción de
edificios administrativos o escuelas, por ejemplo».
El sistema de
tratamiento de BRITER-WATER se comercializa como Bambou-Assainissement. Este
proceso de tratamiento nuevo se presentó durante el curso del proyecto en
eventos celebrados en Europa y fuera del continente, labor que aumentó la
visibilidad de las PYME involucradas en el proyecto, en especial la de
Phytorem.
En la
actualidad se trabaja en la aplicación comercial del filtro
Bambou-Assainissement -se han construido cuatro nuevas plantas de tratamiento
basadas en el bambú desde que finalizara el proyecto- y Phytorem participa en
otro proyecto europeo dedicado a la gestión de aguas residuales (WATER4CROPS).
BRITER-WATER
recibió cerca de 720 000 euros de financiación europea y llegó a su fin en
2012.
Fuente: Redacción Ambientum / CORDIS
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