Sustentabilidad
La Segunda
05 Junio 2013
Conquistar nuevos consumidores y
posicionarse en el mercado internacional es un objetivo que guía el accionar de
las diversas industrias, que cada día son más conscientes sobre la necesidad de
agregar valora sus productos mediante la innovación e iniciativas diferenciadoras
que resulten atractivas para los potenciales clientes. Esta premisa cobra
fuerza en un contexto donde los consumidores -mercados específicos y clientes
finales- están cada vez más informados y aspiran a consumir productos
considerados sustentables o que han sido elaborados a partir de buenas
prácticas ambientales.
De ahí que se ha vuelto necesario que las
empresas nacionales -sobre todo las exportadoras- certifiquen que cumplen con
ciertas normas "verdes" de producción, para lo cual se someten voluntariamente
a una evaluación externa válida, que da cuenta de que los procesos utilizados
garantizan la conservación de los recursos naturales y el manejo sostenible.
A nivel internacional, existen diferentes
certificaciones que han alcanzado reconocimiento y prestigio global, entre
ellas la Leadership in Energy and Environmental Design -más conocida como
LEED-, entregada por el US Green Building Council a edificaciones que
consideran prácticas de construcción sustentable. Pero también existen sellos con
un marcado acento local como la Distinción APL "Estrella Azul", que
otorga d Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL).
SELLO EN PRODUCCION LIMPIA, UNA APUESTA
LOCAL
Una iniciativa surgida en nuestro propio
territorio es precisamente el sello del CPL, que desde 2010 acredita que la
empresa que exhibe la Distinción APL "Estrella Azul" es amigable con
el medio ambiente y ha cumplido con éxito los compromisos de mejoramiento
ambiental asumidos en el marco de un Acuerdo de Producción Limpia al que adhirió
voluntariamente.
El proceso de acreditación y obtención
del sello consta de dos etapas: entrega del certificado de producción limpia y
la obtención de la Distinción APL "Estrella Azul". Jorge Alé,
director ejecutivo del Consejo Nacional de Producción Limpia, destaca que
aquellas firmas que consiguen el 100% de cumplimiento de sus compromisos
primero logran su certificado en Producción Limpia. Sólo una vez que la empresa
recibe ese certificado puede optar, si así lo desea, a la distinción APL
"Estrella Azul" mediante un contrato de licencia y uso de marca APL
con el Consejo Nacional de Producción Limpia.
Desde 2010 se han entregado alrededor de
40 distinciones de este tipo, principalmente a compañías del sector procesador
de frutas y hortalizas: fabricantes, importadores y distribuidores de
plaguicidas. y productores de huevos. Entre las empresas que cuentan con este
sello sobresalen Productos Fernández, Aconcagua Foods, Tres Montes Luchetti,
Cemento Polpaico y Agrícola Pisquera Elqui.
Debido al auge que están teniendo las
certificaciones ambientales. Alé destaca que el CPL está generando "nuevos
productos que aportan a la sustentabilidad del país y mejorando los existentes.
Entre ellos se pueden mencionar los APL sustentables y los núcleos de sustentabilidad
territorial (NEST). En todos ellos se podrá optar a la Distinción APL 'Estrella
Azul”.
EL CODIGO "VERDE" DE LAS VIÑAS
Más de 150 países componen el mercado de
vinos chilenos, que llegan principalmente a Estados Unidos. Alemania, Reino
Unido y a paso lento, pero seguro, a Asia. Este rubro fue líder en tomar las
riendas de su gestión ambiental, conscientes de que sus botellas deben seducir
a consumidores que no sólo buscan degustar cepas y buenas cosechas, sino
también saber que el vino que llega a sus mesas fue elaborado con respeto por
el medio ambiente.
Por ello, el Consorcio I+D Vinos de Chile
decidió crear el Código Nacional de Sustentabilidad, la primera certificación
de la industria vitivinícola que está reconocida a nivel internacional, lo que le
otorga un valor agregado al vino chileno, pues de esta manera responde a
"una creciente demanda a nivel nacional e internacional en materia de
sustentabilidad, además de la necesidad de utilizar de manera eficiente y
sustentable los recursos naturales".
La iniciativa, pionera en la industria
agroalimentaria, busca incorporar prácticas sustentables sobre la base de
requisitos específicos en tres áreas: verde (viñedos, que incluye campos
propios y proveedores de largo plazo). roja (bodegas y plantas de embotellado)
y naranja (social). Las viñas que quieran contar voluntariamente con él deben
tener un sistema de gestión que permita cumplir con los requisitos del código,
entre ellos, una combinación de principios ambientales, equidad social y
viabilidad económica. En la práctica, eso significa que se certifica la gestión
de la empresa y no el producto final.
Debido a las ventajas competitivas que un
sello de estas características puede tener a la hora de conquistar nuevos
mercados el código ha tenido una buena acogida. De hecho, ya existen 29 viñas
certificadas en el área verde y otras 11 en todas las etapas.
MAS DE UNA DECADA DE MANEJO FORESTAL
SUSTENTABLE
Hace más de un diez, años, el rubro
forestal comenzó a preocuparse de certificar sus buenas prácticas
medioambientales. Como resultado de este trabajo, nuestro país cuenta con un
sistema de Certificación de Manejo Forestal Sustentable (CERTFOR), que se
compone del Estándar de Manejo Forestal Sustentable (MFS) que aplica a las
empresas del sector para el manejo de sus plantaciones y bosque nativo. y el de
Cadena de Custodia que se utiliza para todas las industrias que trabajan con
materia prima proveniente del bosque.
André Lamze. secretario ejecutivo de
Certfor Chile, explica que esta certificación surgió el año 2000 debido a que
el mercado internacional exige que el comercio de productos elaborados con
materia prima proveniente del bosque —como muebles de madera y productos de
papel— "tengan un aval de que esto no proviene de la tala ilegal de
árboles o un proceso irracional de deforestación".
CERTFOR está reconocido desde 2002 por el
Sistema Internacional PEFC (Programa para la Homologación de Sistemas de
Certificación Forestal). entidad no gubernamental que promueve la gestión
sostenible de los bosques y que registra bajo su sello dos tercios de la
superficie forestal certificada del planeta.
El tema es relevante en la medida en que
CERTFOR se trata del primer sistema de una nación no europea en lograr dicho
reconocimiento y es un caso de éxito a consultar por países como Argentina.
Colombia, Perú y Uruguay.
CERTFOR/PEFC tiene en Chile 1.927.194,43
hectáreas de superficie forestal certificada, de las cuales 1.296.691.44
hectáreas corresponden a plantaciones y el resto a protección del bosque
nativo. Existen, además, 56 empresas certificadas bajo el estándar de Cadena de
Custodia, de las cuales 44% Son de la industria gálica, principalmente
imprentas que han visto cómo han aumentado las políticas y exigencias
ambientales y RSE de sus clientes.
"Las imprentas son la industria de
mayor interés por la certificación CERTFOR/PEFC puesto que están al filo de los
acuerdos de producción limpia que está impulsando el gobierno y al tanto de las
exigencias de sus clientes para entregar productos que, como atributo, sean
elaborados bajo procesos de mínimo impacto ambiental y que dicho requisito sea
comprobable a través de alguna certificación validada", comenta Lanceo.
Entre las empresas que cuentan con la certificación CERTFOR/PEFC figuran. entre
otros, en el área de manejo sustentable bosques, el Grupo Mininco, la Forestal
Santa Blanca Ltda. y Forestal Anchile, mientras que en Cadena de Custodia
destacan CMPC Maderas. Salesianos Impresores y Rhein.
Recuadro :
ISO 50001 desafía a mejorar el desempeño
energético
No sólo las certificaciones abren puertas
en el exterior. También lo hace el cumplimiento de normas de amplio
reconocimiento internacional como las ISO. En junio de 2011 comenzó a operar en
nuestra país la ISO 50001 sobre eficiencia energética, que apunta a mejorar el
desempeño energético, los costos financieros asociados y las emisiones de gases
de efecto invernadero relacionados.
La Agenda Chilena de Eficiencia
Energética (AChEE) es la entidad que ha encabezado el trabajo para que las
empresas chilenas avancen en la implementación de este estándar. Michel de
Laire, jefe del Área Industria y Minería de la AChEE, explica que esta norma
implica ventajas innegables para la industria pues permite "conocer la
cantidad de energía que se consume en cada proceso mejorar la eficiencia
energética, incrementar el uso de energías renovables o energías excedentes
propias o de terceros". Asimismo las empresas pueden "asegurar su
conformidad con su política energética y demostrar esta conformidad a otros y
buscar la certificación de su Sistema de Gestión de la Energía (SGE) par .o
organización externa".
Hasta la fecha han logrado esta ISO la
Central Térmica Quintero de Endesa, Papelera Bío Bío y Mall Plaza Sur. El 24 de
junio se sumará una nueva empresa, Patagonia Fresh, en sus dos plantas
productoras de jugo. Pero la labor de la AChEE continúa, pues desde 2012
trabaja en la implementación de la norma en empresas que provienen de los
ámbitos portuario alimentario, transporte, servicios, retail, entre ellas Metro
de Santiago -en estaciones Pedro de Valdivia y Cal y Canto-, Cristalerías Chile
(Padre Hurtado) y Transportes Nazar.
Según datos recopilados tanto a nivel
internacional como de empresas locales, mediante este camino se puede mejorar
el desempeño energético entre 3% y 10%. "Esto no necesariamente se cuenta
desde la certificación ISO 5000) ya que muchas empresas han desarrollado
medidas de eficiencia energética de forma previa", detalla De Laire.
La meta de la ACRE es continuar con la
labor iniciada en 2011 de promover la incorporación de sistemas de gestión de
la energía basados en la norma ISO 50001 en la industria y minería nacional
Puntualiza el experto, quien agrega que también se está desarrollando un
programa piloto de apoyo en la implementación de Sistemas de Gestión de Energía
basado en ISO 50001. Este plan entrega apoyo, a través de personal
especializado, para implementar la norma, con el fin de obtener la
correspondiente certificación al final del proceso.
Demostrar ante los mercados y la
ciudadanía que se cumple con la legislación ambiental vigente o que, incluso,
se ha dado un paso más allá con iniciativas voluntarias de amplio
reconocimiento internacional ha pasado a formar parte de la planificación
estratégica de importantes rubros e industrias. Contar con certificaciones
ambientales específicas en gestión ambiental o eficiencia energética no es solo
marketing, sino un factor diferenciados para las empresas que buscan aumentar
su competitividad.
29 viñas tienen el Código Nacional de
Sustentabilidad en el área verde (viñedos).
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