Columna opinión de Javiera Espinoza geógrafa de Fundación Terram publicada en El Desconcierto en el marco del Día de Tierra que se conmemora hoy 22 de abril 2015.
Además del cambio climático, los glaciares chilenos se
encuentran amenazados por la actividad minera, intervención que ya tienen las
compañías mineras como Barrick Gold, Codelco y Anglo American, que los están
destruyendo para extraer minerales bajo ellos.
Los glaciares se encuentran en un evidente proceso de
disminución por los efectos del cambio climático. El banco Mundial estima que
los glaciares tropicales perderán entre 78% – 97% de su volumen, mientras que
los glaciares australes disminuirán entre el 22% y 47% si la temperatura
aumenta 2 °C.
Además del cambio climático, los glaciares chilenos se encuentran
amenazados por la actividad minera, intervención que ya tienen las compañías
mineras como Barrick Gold, Codelco y Anglo American, que los están destruyendo
para extraer minerales bajo ellos.
Chile es el país que mayor superficie de glaciares tiene en
América Latina (una superficie aproximada de 23.000 km2), por lo que el pasado
20 de mayo (2014) ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto de Ley que buscaba
protegerlos por ser reservas de agua dulce para el consumo humano, y su rol en
el mantenimiento de ecosistemas, qué en el evidente periodo de sequía -y cambio
climático-, éstas reservas de agua resultan estratégicas para el futuro.
El 21 de mayo de 2014 la presidenta comprometió una ley de
protección de glaciares. El Gobierno en respuesta a esto, a fines de marzo de
2015 envió al Parlamento un texto de ley (indicación sustitutiva) que reemplaza
esta moción parlamentaria, no abordando la real protección de los glaciares, ya
que menciona que “se protegerán los glaciares que se encuentren al interior de
Parques Nacionales y Reservas de Regiones Vírgenes”. En la actualidad, los
glaciares así como todas las especies que se encuentren al interior de estas categorías
ya se encuentran protegidas, por lo que no hay ninguna novedad en este anuncio;
por otro lado, nuestro país no tiene “reservas de regiones vírgenes” como
categorías de protección, lo que sumado a lo anterior, hace dudar sobre el real
interés de proteger a los glaciares.
La cantidad de glaciares que hoy se encuentra protegidos por
estar al interior de áreas SNASPE (Sistema Nacional de Áreas Silvestres
Protegidas por el Estado) que incluye parques y reservas nacionales, además del
Monumento Natural El Morado, es de 43,8%, quedando el 56,2% de glaciares en
desprotección por estar fuera de estas zonas. De ese 43% de glaciares, la mayor
concentración está en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes sumando
entre las tres regiones 18.973 glaciares. El resto del país tiene 5.141
glaciares distribuidos en el territorio nacional. De estos hay 3.299 en las
regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana, de los cuales sólo 4
se encuentran en el SNASPE, pero no en un Parque Nacional.
Las regiones más australes no concentran la mayor cantidad
de población, pero si concentran la mayor cantidad de glaciares y también
concentran la mayor superficie, ya que se incluye Campos de Hielo Norte y Sur.
Es por esto que cuando se hace un análisis de superficie ya protegida por el
SNASPE, los números no son representativos de la realidad de todo nuestro
territorio, pues con Campos de Hielo la superficie ya protegida es de 83,5%,
quedando sólo un 16,5% sin protección por no estar al interior de sitios
SNASPE. El problema de ese 16%, es que esos glaciares que no están en el SNASPE
están en sectores donde la minería pretende ampliar su producción, no
compatibilizando una figura de protección para los glaciares, especialmente en
el norte y centro norte.
Aumenta la preocupación cuando estos glaciares son los
que se ubican en sectores donde las precipitaciones ya son escasas, la sequía
está declarada y los glaciares pasan a ser reservas de agua, no sólo de consumo
potable para la población, sino que también para la agricultura y el
mantenimiento de otras formas de vida.
La figura de protección que entrega el Gobierno no es
solución cuando se redunda en proteger los glaciares que ya están protegidos.
Lo necesario acá es proteger todos los glaciares de nuestro territorio,
especialmente aquellos que se encuentran en la zona norte y centro norte, donde
la sequía es evidente, el régimen de los ríos ha cambiado y no existe
pronóstico científico favorable al revertir esta situación (ver Informe IPCC,
2014).
Junto con Greenpeace, Fundación Terram originó una propuesta
para que los glaciares sean declarados Monumentos Naturales, figura de
protección que establece la Convención de Washington y que Chile ratificó en el
año 1967. De hecho, nuestro país tiene 16 sitios declarados Monumentos
Naturales además de especies como la Araucaria, Huemul, Cóndor, Alerce por
nombrar algunos. Esta figura de protección ya es conocida, fácil de entender y
aplicar, por lo que consideramos que no tiene sentido alguno inventar nuevas
figuras de protección que no nos entregan certeza de que la protección para los
glaciares será efectiva.
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