Por VALENTINA ESPEJO, Las Últimas Noticias
Con un micrófono submarino registró cinco sonidos diferentes
que emite la balaenoptera musculus chilena. "Es un canto más agudo y
complejo que el de otras ballenas", dice la científica inglesa.
Susannah Buchan es inglesa y hace nueve años que vive en
Chile. Tiene 33 años y aunque ha pasado mucho tiempo, dice que recuerda bien la
primera vez que vio una ballena. Fue a los 12 años, en un pequeño poblado
costero canadiense, cuando su abuela la llevó a conocer el mar.
'Me impactó el misterio de las ballenas, su potencia y la
tranquilidad que sentí cuando estuve cerca de una. Eso me motivó a estudiar
Oceanografía, quería trabajar con ellas', cuenta desde Estados Unidos, donde está
desarrollando un trabajo académico.
Cuando en el 2006 terminó su magíster en Biología Ambiental
en la Universidad de St. Andrews, en Escocia, recibió la invitación de la ONG
chilena Centro Ballena Azul para venir a investigar la acústica de esa especie.
Ahora además es doctora en Oceanografía, por la Universidad de Concepción. 'A
nivel mundial se sabía que cada población de ballena azul tiene su propio
dialecto, pero no se conocía qué estaban cantando las ballenas en Chile', dice
Buchan.
Así que repitió una actividad fija durante cuatro veranos,
época en que las ballenas azules llegan a alimentarse al Golfo de Corcovado, en
la Patagonia chilena. 'Salía al mar con los pescadores de Melinka (Región de
Aysén) para grabar a las ballenas. Estábamos más de 8 horas', recuerda
Susannah. Se ubicaba en el bote a 500 metros de los cetáceos. Luego, con un
hidrófono (micrófono submarino) que trajo de Escocia, marca Cetacean Research
Technology, captaba el canto que emitían los machos, el que era registrado por
una grabadora digital conectada al hidrófono. '
Para grabar había que apagar el motor del bote. Colocaba el
hidrófono en el agua, por medio de un cable de 30 metros, y encendía la
grabadora', agrega. ¿Y luego? 'Traspasaba esos registros a mi notebook, donde
tengo un software especial para analizar sonidos de animales (Raven). Este
programa permite visualizar los sonidos por medio de gráficos (espectograma).
Puedo tomar mediciones de frecuencia, duración y amplitud de la onda de
sonido', explica la inglesa.
'Nos dimos cuenta que el patrón del canto no era igual que
el de las ballenas de la Antártica, del Hemisferio Norte o de Nueva Zelanda.
Era un dialecto propio, que es del Pacífico Sur oriental y que bautizamos como
el dialecto chileno'. Otro hallazgo importante en este estudio, que pertenece a
la tesis de doctorado de Buchan titulada 'Presencia acústica de ballenas azules
(Balaenoptera musculus) y condiciones de forrajeo en el golfo Corcovado,
Patagonia chilena', postula que el canto de las ballenas azules de la Patagonia
se compone de cinco tipos distintos de sonidos.
Según Buchan, el dialecto chileno de las ballenas azules es
'complejo y particularmente más agudo que los dialectos de otras ballenas
azules en el mundo, que por lo general son graves. Tiene sonidos cortos,
similares al canto de un pájaro. Por ejemplo, en California la ballena azul
emite dos tipos de sonido. En el Océano Indico son siete, acá son cinco'. 'La
ballena azul tiene su propio si poh ', bromea Buchan. Esos cinco sonidos
contribuyen a trazar las rutas de migración de este grupo de ballenas azules de
la Patagonia.
'Este dialecto lo estamos escuchando cerca de Galápagos, en
el Trópico. No en California, ni la Antártica, ni en ninguna otra parte del
mundo: esa es su ruta de migración. Están en el verano en la Patagonia y en
invierno en el Trópico', explica la oceanógrafa. -¿Para qué sirve todo esto,
Susannah?
-El dialecto es como una huella digital acústica. O sea, el
registro del canto que graban los hidrófonos nos permite saber de dónde vino
esta ballena. Con eso podemos entender su distribución, por donde se mueven, su
comportamiento e implementar medidas de conservación.
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