Se calcula que hay entre 15 mil y 20 mil ejemplares en
todo el país, pero su número puede mermar rápidamente debido a la pérdida de
fuentes de alimentación.
Fuente: El Mercurio, 20 de septiembre, 2015.
Nos hemos acostumbrado a creer que hay cóndores de sobra,
que basta subir a la cordillera y divisarlos majestuosos desplazándose sobre
las más altas cumbres.
Sin embargo, esta ave que figura en los escudos de cuatro
países de la región, incluyendo el de Chile, pasa, según advierten los
especialistas, por un escenario de incertidumbre respecto de su futuro.
La principal razón es que su fuente tradicional de alimento
e incluso la alternativa están mermando. Históricamente, su principal sustento
eran los guanacos cordilleranos, pero ahora casi ya no se ven, especialmente en
la zona central, y por eso ha optado por los cadáveres de la ganadería… y ahora
Chile está importando cada vez más carne.
Al problema de la falta de alimento hay que sumar otros
problemas más recientes, como las intoxicaciones. Hace un par de años, hubo más
de 20 cóndores intoxicados por un novillo muerto que dejó un campesino para
controlar perros asilvestrados. “Participamos en el rescate y tratamiento de 18
y luego los liberamos”, cuenta Mauricio Fabry, veterinario y director del
Zoológico Nacional. El organismo forma parte, junto con Aves de Chile (la
antigua Unorch), del Programa Binacional de Conservación del Cóndor Andino
Chile-Argentina (PBCCA). “Desde su creación, en 2001, se han liberado en el
ambiente natural más de 80 cóndores rehabilitados o nacidos en cautiverio”,
comenta.
Los primeros habitualmente provienen de unidades de
rehabilitación como el centro de aves rapaces de Talagante, donde llegan
cóndores con perdigones en el cuerpo o accidentados por chocar con líneas
eléctricas en la zona cordillerana.
“Oficialmente, el cóndor está calificado como una especie
vulnerable. Eso significa que si los factores que lo amenazan continúan
operando, en el corto plazo podría pasar a la categoría de peligro de
extinción”, advierte Eduardo Pavez, ornitólogo y presidente de Aves de Chile.
Por todo Chile
Los núcleos más importantes de población están en la
cordillera, tanto en Argentina como en Chile. “Nosotros hemos estimado una
población que podría fluctuar entre los 15 mil y 20 mil ejemplares”, dice
Pavez. Los números parecen grandes, pero hay que considerar que se distribuyen
a todo lo largo de Chile. El grueso de la población se concentra en la
Patagonia, con el 70% del total. El segundo núcleo importante es el que va de
Coquimbo a Maule, donde reside el 20%, y el 10% restante se distribuye en el
extremo norte y en la zona sur, entre Biobío y Los Lagos.
Gracias al monitoreo con sensores satelitales han podido
determinar que cubren distancias de hasta 800 kilómetros. Es así como un cóndor
con su nido en Combarbalá puede llegar hasta los nevados de Chillán. Además,
atraviesan la cordillera en ambas direcciones todos los días. También se pueden
ver algunos en la cordillera de la costa, especialmente en los cerros El Roble,
La Campana y Altos de Cantillana.
Por el norte, llegan hasta Los Vilos, moviéndose a través de
los cordones montañosos transversales. “Todos los que se ven en la costa
provienen de los Andes, pasan por el día y después vuelven a la alta
cordillera”, dice Pavez.
En las inmediaciones de Santiago se les puede ver en el
Arrayán, Farellones, La Parva y el Cajón del Maipo. Rara vez se internan más
cerca de la ciudad, pero se les ha visto en el cerro Manquehue, que en el
pasado fue una gran condorera, es decir, el lugar donde los cóndores llegan a
descansar y luego reanudan su vuelo. De hecho, Manquehue significa lugar de
cóndores en mapudungún.
A los especialistas les preocupa que al cóndor andino no le
ocurra lo del cóndor californiano, que hoy casi no se encuentra en el ambiente
natural.
De hecho, Fabry comenta que una iniciativa para recuperar su
población incluyó la incubación de sus huevos por cóndores andinos con
experiencia de crianza.
Esfuerzos de repoblación
La merma en las poblaciones del cóndor es crítica en algunos
países andinos. En Ecuador no viven más de 100 ejemplares, al igual que en
Colombia. En este último país se están haciendo esfuerzos para repoblar, de
hecho Eduardo Pavez, ornitólogo y presidente de Aves de Chile, cuenta que en
las próximas semanas enviarán tres parejas de cóndores a ese país para iniciar
un programa orientado a recuperar la población. La idea es no llegar a un
escenario como el de Venezuela, donde esta ave se extinguió en los años 60.
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